Proponemos partir de lo esencial del bordado, el paso constante de la
aguja a través de la tela, para hallar marcas, signos, un lenguaje. Se trata de
una experiencia en dos encuentros que busca poner en cuestión los cánones y
estereotipos, invitando a la reflexión sobre cuestiones de género y sobre el
potencial expresivo y comunicativo de la práctica, con ejercicios de
exploración y de construcción de sentido, apuntados a un hacer consciente,
libre y colectivo.